

Pioneros del tatuaje industrializado en México.
Aurelio García Armas conocido como Don Güello, afirmó en una entrevista radiofónica en el 2014[1] y tiempo más tarde en la conferencia “La Vieja Escuela del Tatuaje Mexicano” en el 2016[2] que él fue parte de los fundadores del movimiento del tatuaje en Guadalajara en la década de 1980 y que su generación marcó un momento relevante en la historia al iniciar su negocio de tatuajes en el Parían de San Juan de Dios.

[1] El Padrino Güello, entrevistado por Armando Abisai, “La Historia del Tatuaje en México” [en línea], México, Radio Camote, 16 de marz de 2012, Dirección URL: https://thctatuajes.wordpress.com/2012/03/06/el-padrino-guello-en-thc-tatuajes-con-la-historia-del-tatuaje-en-mexico/, [consulta: 29 de junio de 2014].[2] Heriberto Alcázar (Chino de Tepito), Don Tito, El Socio, Don Güello y Sergio Reynoso, “La vieja escuela del tatuaje mexicano”, ponencia organizada por el tatuaje mexicano, Museo Casa León Trotsky, “Auditorio Lázaro Cárdenas”, Sábado 12 de Noviembre, 2016.

De origen humilde, Don Güello se abrió camino por la vida como tatuador. Su encuentro con el tatuaje fue a la edad de 7 años cuando en un campo vecino al hospicio Cabañas en Guadalajara, Jalisco donde conseguía comida, vio por primera vez a una persona extranjera con un tatuaje. Era una rosa con un ancla, “yo pensé que era marinero”[1]. En ese momento la imagen tatuada sería un detonante que cambiaría su vida. El 17 de octubre de 1964 a la edad de 9 años se hizo el mismo su primer tatuaje de forma manual; un corazón con la letra “M” de Martha. De ahí en adelante lo demás fue historia.
Ilustración 1 Tarjeta de presentación 1,2 Tattoo studio “El Güello”, 1980. Colección del Museo del Tatuaje, Ciudad de México, 2017. Fotografía por Edgard Gamboa.
[1] Heriberto Alcázar (Chino de Tepito), Don Tito, El Socio, Don Güello y Sergio Reynoso, “La vieja escuela del tatuaje mexicano”, ponencia organizada por el tatuaje mexicano, Museo Casa León Trotsky, “Auditorio Lázaro Cárdenas”, Sábado 12 de Noviembre, 2016.

Ilustración 2 Primer tatuaje de Don Güello realizado por él mismo a la edad de 9 años. Fotografía por Edgard Gamboa, 2016.
Se relacionó con gente del grupo llamado “Liga Guerrillera del 23 de septiembre” del barrio de San Andrés -junto con el Socio de Tepito- donde hizo todo tipo de tareas y convivió con los Rojos, los Valle, los Archis, los Vikingos, los Bomberos y asesinos a los cuales tatuaba. Ahora con 52 años de actividad en el tatuaje, a Don Güello se le atribuye la invención de la primera máquina para tatuar, “La Mexican Cheyeen”, basada en el movimiento que ejercía una pistola para mapear. Adaptó un tubo para la aguja y un colector de tinta, “el Chino de Tepito fue al primero que tatuó con esta máquina” .
[1] Véase José Ángel Escamilla Rodríguez, (tesina) La liga Comunista 23 septiembre 1973-1976, Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa, Ciudad de México, 2013, pág. 64.
[1] Heriberto Alcázar (Chino de Tepito), Don Tito, El Socio, Don Güello y Sergio Reynoso, “La vieja escuela del tatuaje mexicano”, ponencia organizada por el tatuaje mexicano, Museo Casa León Trotsky, “Auditorio Lázaro Cárdenas”, Sábado 12 de Noviembre, 2016.
[1] Heriberto Alcázar (Chino de Tepito), Don Tito, El Socio, Don Güello y Sergio Reynoso, “La vieja escuela del tatuaje mexicano”, ponencia organizada por el tatuaje mexicano, Museo Casa León Trotsky, “Auditorio Lázaro Cárdenas”, Sábado 12 de Noviembre, 2016.

Ilustración 3 El Chino de Tepito mostrando el tatuaje “Fania” que le hizo Don Güello hace 35 años con la máquina “La Mexican Cheyeen” para tatuar. Fotografía por Edgard Gamboa, 2017.
Durante 15 años sólo ocupó palitos de madera con agujas amarradas para poder tatuar, por esta razón “La Mexican Cheyeen” fue un gran avance en su época. Más tarde siguió investigando y perfeccionando distintos sistemas hasta crear una colección de máquinas con motor de biela que hacían el movimiento de una de bobina, éstas venían en unas cajitas a las cuales bautizó con el nombre de cada uno de sus hijos: Rosa, Galia, Alex, Güello, Güere y Dany. “Todos las usaron: el Socio, Sergio, Chacal, Chino, Karroña, etc.” .
[1] Don Güello en entrevista personal el 26 de diciembre de 2016.
El estilo que el desarrolló y por el cual pudo prosperar fue el tradicional “tradicional, puro tradicional, esta casa la hice con eso”[1] porque le permitía garantizar los valores del dibujo en cada uno de sus trazos. Lo que más tatuó en su época eran Lupitas, diablitos, colecciones de águilas que le regalaban de origen extranjero, vikingos, demonios de Tasmania, ángeles y eclipses[2].
El estilo que el desarrolló y por el cual pudo prosperar fue el tradicional “tradicional, puro tradicional, esta casa la hice con eso” porque le permitía garantizar los valores del dibujo en cada uno de sus trazos. Lo que más tatuó en su época eran Lupitas, diablitos, colecciones de águilas que le regalaban de origen extranjero, vikingos, demonios de Tasmania, ángeles y eclipses .
En ese momento era un problema conseguir los diseños, “yo si le batalle, yo no dibujo”, comentó. Hay que recordar que muchos de los primeros tatuadores no eran dibujantes, copiaban la imagen de una revista o envoltura –aun no existía el internet- sólo modificaban ciertas cosas como el color y el tamaño. Esto limitaba en mucho las propuestas al cliente y muchas veces eran tatuajes estáticos carentes de armonía con el cuerpo y manejo de luz.

Ilustración 4 Don Güello mostrando sus Tatuajes de Vikingos de la serie de hojas para tatuaje (flash) Friends of Paul Rogers Benefit. Tattoo Flash Book, 1989, imagen proporcionada por Don Güello de un regalo del tatuador estadounidense Bert Rodríguez. Fotografía por Edgard Gamboa.

Ilustración 5 Don Güello trabajando en su casa. Guadalajara, Jalisco el 27 de diciembre de 2016. Fotografía por Edgard Gamboa.
En el año de 1990 conoce a Bert Rodríguez, un tatuador de los E.E.U.U, quién se enteró por medio de revistas sobre los tatuadores de Guadalajara y estaba interesado en contratar a algunos de ellos para llevarlos a trabajar a su negocio en los Ángeles, California. Entre los seleccionados estuvieron Sergio Reynoso y Don Güello. El primero en irse fue Sergio Reynoso ese mismo año y uno más tarde lo alcanzaría Don Güello, ambos trabajaron en el estudio Tattoos&Blues en Santa Rosa, California, donde pudieron compartir su experiencia y estudiar el tatuaje americano, chicano y oriental.


Ilustración 6 Bert Rodríguez tatuado a Don Güello, 1992. Fotografía 1,2, cortesía del archivo personal del tatuador.
Eventualmente Don Güello regreso a Guadalajara, donde continuó trabajando como tatuador hasta la fecha en su propia casa cerca del barrio de San Andrés.

Ilustración 7 El Padrino Don Güello, Inauguración del Exposición Colectiva Tatuaje, organizada por La Casa del Tatuador en el Museo Casa León Trotsky 6 de marzo de 2015.
Sergio Reynoso (también tatuador de la Vieja Escuela en Guadalajara) en su colaboración para la revista Tatuarte en la piel, describió sus inicios a través de la influencia que recibió de su tío (quien portaba tatuajes desde muy joven) y la manera en la que se abrió camino improvisando con máquinas y materiales para tatuar. Reynoso (El Güero) trabajó para uno de los primeros estudios de tatuaje en el Parían de San Juan de Dios hasta que abrió el suyo en 1985.
Sergio Reynoso, “La vieja escuela. Mi historia”, revista Tatuarte en la piel, año 2012, núm. 122, sección “Entrevista”, Editorial Mango S.A., México, septiembre-octubre de 2012, pág. 23.

Ilustración 8 Publicidad del estudio de tatuaje de Sergio Reynoso en el Parián, Guadalajara, Jalisco.
En 1983, durante uno de sus viajes de mojado[1] a California en busca de material, se introdujo al mundo del tatuaje americano, conoció a Chuck Eldridge, quien entonces estaba en Berkeley, y a Lyle Tuttle en lo que era el Museo y Archivo del Tatuaje de San Francisco, California.
En 1990 Humberto “Bert” Rodríguez, tatuador americano, quien por una reparación dental paseaba por el Parían en Guadalajara, conoció a Don Güello, quien lo presentó con otros tatuadores de la zona –lo que un parte aguas en la carrera de Sergio, porque eventualmente emigraría a los E.E.U.U apoyado por Bert[2]- justo días antes de la primera Expo Tatuajes Guadalajara, antes mencionada.[3] Un mes después del evento, Reynoso emigró con su familia a los Estados Unidos.
[1] mojado; adjetivo/nombre masculino y femenino. México coloquial [persona] Que entra o pretende entrar ilegalmente a Estados Unidos de América atravesando el río Bravo. "se fue de mojado, pero lo agarró la policía"[2] Sergio Reynoso en entrevista personal el 18 de julio de 2017. “Escuché de él cuando mis viajes a California en los 80s, pero en el 90 llegó a Guadalajara para el dentista, john boy walton y donna, la esposa de bert, y encontraron al Güello, y él lo trajo a mi local, justo días antes de la primer expo en Guadalajara, coincidencia que le dio el toque internacional, un mes después me fui a trabajar a Santa Rosa en E.E.U.U marzo del 90”.[3] Véase Sergio Reynoso, “Los Primeros Locales del tatuaje”, revista Tatuarte en la piel, año 2013, núm. 126, sección “Entrevista”, Editorial Mango S.A., México, Enero / febrero de 2013, pp. 41-43.

Ilustración 9 Conferencia de Sergio Reynoso, fotografía 1,2 como parte de las actividades del Taller de Intervención Corporal con Tatuajes impartido por el Mtro. Edgard Gamboa en la ENPEG, 2 de noviembre de 2015.
Su trabajo como tatuador fue influenciado por Ed Hardy, Jack Rudy, Brian Everett, Sailor Moses, Dick Warsoky, Judy Parker y Poul Booth, importantes tatuadores de E.E.U.U. Luego tras haber sido el primer miembro admitido por la Asociación Nacional de Tatuajes de este país en el año 1990, logró trabajar en el estudio Tattoos&Blues en Santa Rosa California, con Bert Rodríguez. Más tarde en el año 2000, abrió su propio estudio Sergio´s Tattootlan en Salt Lake City, UT, donde trabaja hasta la fecha . [14]

[1] Sergio Reynoso, “La vieja escuela. Mi historia”, revista Tatuarte en la piel, año 2012, núm. 122, sección “Entrevista”, Editorial Mango S.A., México, Septiembre / octubre de 2012, pp. 23.