Wilfredo Lam
(Sagua la Grande, Cuba, 8 de diciembre de 1902- París, Francia, 11 de septiembre de 1982)
Wifredo Lam nació el 8 de diciembre de 1902 en Sagua la Grande, Cuba. Es el octavo hijo de Lam-Yam, nacido en Cantón hacia 1820, y emigrado hacia las Américas en 1860, y de Ana Serafina Castilla, nacida en 1862 en Cuba y descendiente mestiza de familias originarias de África y España.
En 1916, Lam y una parte de su familia se instalan en La Habana. Allí, se inscribe en la Escuela Profesional de Pintura y Escultura, Academia de San Alejandro, donde estudia hasta 1923. Es durante este período, marcado por exposiciones en el Salón de Bellas Artes, que afirma su vocación de pintor. En 1923, recibe una beca de la municipalidad de Sagua la Grande con el fin de estudiar en Europa. En el otoño del mismo año, se va a España con apenas 21 años. Su estancia en España, que debía ser sólo una corta etapa en su camino hacia París, dura 14 años. Este período es fundamental en la formación de Lam como artista ya que ahí y perfecciona sus conocimientos artísticos recibiendo clases a cargo del genial pintor Fernando Álvarez de Sotomayor (anteriormente profesor de Dalí). Interesado por las vanguardias europeas a lo largo de la década de los treinta visita varias veces París, donde mantuvo contacto con notables figuras de la vanguardia cubista como: Pablo Picasso, Georges Braque o Fernand Léger y el grupo más destacado del movimiento surrealista. Experiencia de suma importancia en la influencia y conformación definitiva de su estilo.
Su arte presenta claras reminiscencias hacia las estéticas primitivas, principalmente de las tradiciones africanas y oceánicas, indígenas en general, en la manifestación de sus formas escultóricas más emblemáticas como reflejo de sus doctrinas religiosas y artísticas. Influencia cultural que se ve potenciada por su propio origen indígena. Con un estilo caracterizado por la exuberancia de sus pinturas, enorme poderío plástico y reflejo de mundos oníricos deudores del universo surrealista, estuvo centrado en ser capaz de aglutinar y dar respuesta de una manera revolucionaria el legado afrocubano latente en su país. Una producción en muchas ocasiones que se encamina a la abstracción y las formas cubistas, que tras el regreso del artista en 1941 a su Cuba natal intentó mostrar con más fuerza.
Aunque no se incorporó abiertamente a la denominada santería afrocubana, su producción artística refleja dicha tradición. En este sentido su obra maestra: La Jungla (1943), pone de manifiesto la inspiración que supuso para el autor los mitos y rituales nacionales a la hora de realizar la composición. Cañas de azúcar entremezcladas y miméticas junto a animales o humanos son el resultado de su visión sobre la espiritualidad afrocubana. El crítico Alain Jouffroy llamó a La Jungla "el primer manifiesto plástico del tercer Mundo".
Fuentes:
1.- https://www.wifredolam.net/es/biografia.html
2.- https://www.galeriavalmar.com/wifredo-lam-nuestro-elegua/